Hoy se dio a conocer que por falta de
mantenimiento y de repuestos, solo un 17% de los aviones de la Fuerza
Aérea de Argentina puede volar. También se supo que la falta de interés
del gobierno Argentino por invertir en el sector defensa y el escaso
adiestramiento de los pilotos, pone a Argentina entre los peores países
del mundo.
Solo en la región, Brasil y Chile lo
superan ampliamente, con un 50 por ciento de la flota disponible. Y
países del primer mundo, como Estados Unidos o Francia, alcanzan un 75
por ciento. Este informe sale a luz tras una serie de accidentes que involucraron a los aviones de la Fuerza Aérea Argentina.
El último, el 14 de febrero, ocurrió en
Santiago del Estero y tuvo como protagonista a un cazabombardero A4-AR,
matrícula C-302 que se estrelló por fallas mecánicas y que de milagro
los pilotos salieron con vida.
Con esta baja, ahora quedan solo 7 de
los 36 A-4AR Fightinghawk que entraron en servicio en 1997, durante la
presidencia de Carlos Menem. También se supo que se encuentran en riego
los modelos defensivos, de transporte o para adiestramiento.
De los 53 Mirage III comprados a partir
de 1968, apenas quedan 14, la mayoría está en pésimas condiciones. No
tienen radar en servicio, lo que les impide interceptar aeronaves. Y
solo vuelan con buenas condiciones meteorológicas porque falla el
“horizonte artificial” (ADI), un instrumento que le permite al piloto
conocer la posición relativa del avión en el espacio.
Mientras que la aeronave insignia en
materia de apoyo de fuego, el IA-58 Pucará, apenas cuenta con 34 aviones
disponibles de los 200 que llegaron a fabricarse para la Fuerza Aérea
Argentina.
Por último, se dio a conocer que
actualmente hay 34 aviones B-45 Mentor de los 90 originales, y 27
aviones Embraer EMB 312 Tucano.