Tal y como era de esperarse, la municipalidad de Arica celebró
desde las 21:00 horas del día de ayer la
Toma y Asalto de dicha cuidad al conmemorarse el 135º aniversario de la Batalla
de Arica.
La municipalidad de dicha ciudad
invitó a sus conciudadanos unirse al festejo en la explanada del Parque “Vicuña Mackenna”
con un repertorio de grupos musicales.
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Asimismo, a la media noche se celebró un festival pirotécnico
y que desde un principio la zona del lanzamiento de los fuegos artificiales iba
a ser desde el “Morro Gordo”, pero que
fue cambiada la ex Isla “El Alacrán”, lugar que fue inspeccionado por personal
de Carabineros.
En esta pre celebración estuvieron presentes autoridades regionales y
los representantes de las fuerzas de armadas de dicho país.
La nutrida cartelera de eventos
municipales continuará hoy domingo 7 de
junio, a las 10:00 horas, con el tradicional desfile cívico militar. El mismo
día, a las 14:00 horas, la Gobernación Marítima de Arica, comenzará con el
programa de visitas gratuitas al Buque Escuela “Esmeralda”, actividad que se
prolongará hasta el martes 9 del presente mes.
Un dato curioso, es que cada 7 de
Junio los ariqueños van a celebrar la ocupación chilena en su región, es la
única ciudad del mundo que va a celebrar la invasión y ocupación de una fuerza
extranjera.
Historia
Después de que Chile ganará la
guerra del pacifico ante Perú, se firma el Tratado de Ancón el 20 de
octubre de 1883, y según se dijo en ese momento, el plebiscito debía realizarse
aproximadamente en marzo de 1894. Para que Tacna como Arica regresaran al Perú,
pero no se realizó en esa fecha ni se realizaría nunca.
Como se recuerda Tacna y Arica
eran ciudades peruanas, que vivían una de la otra y eran centro comercial,
político y administrativo de la zona sur del Perú. En el Perú eran llamadas las
"cautivas".
A inicios de 1893 el ministro
peruano Juan Mariano Jiménez pide a Chile la realización del plebiscito en
cumplimiento del Tratado de Ancon. El Perú sostenía que el tratado otorgaba a
Chile diez años de administración, y por tanto luego de este tiempo las provincias
volvían a la administración peruana quien debía dirigir el plebiscito.
Luego a principios de 1894 se
empezó a discutir la forma del plebiscito. Se enfrentaron las posiciones
peruanas y chilenas en dos temas clave, a quien entregar el voto y las indemnizaciones
y ocupaciones.
Sobre el voto no había consenso.
Chile insistía que era necesario como requisito para votar saber leer y
escribir, lo que excluía a una numerosa masa indígena peruana. El Perú, por su
parte, no quería que votaran los solteros y los que no tuvieran residencia
estable, lo que perjudicaría a Chile.
Meses después Chile hace una
propuesta al Perú fuera del Tratado de Ancón, intentando que Perú entregara las
regiones sin plebiscito pagándosele una indemnización de 14.000.000 pesos más
la devolución del Monitor Huáscar.
Si el Perú insistía con el plebiscito el plan chileno era reclamarle además 5.000.000 de pesos por los reclamos hechos por chilenos perjudicados durante la Guerra del Pacífico.
Si el Perú insistía con el plebiscito el plan chileno era reclamarle además 5.000.000 de pesos por los reclamos hechos por chilenos perjudicados durante la Guerra del Pacífico.
El Perú se negó rotundamente a
este trato.
Ya el 26 de septiembre de 1898 se
recibía la noticia en Tacna y Arica que el gobierno de Chile devolvería las
provincias de Tacna y Arica, pero que estaba pendiente la aprobación del
congreso chileno.
Diario peruano "Morro de
Arica". 28 de septiembre de 1898
La manifestación hecha por el
pueblo ariqueño el día de anteayer, pone una vez más de manifiesto cuánto
anhela por conseguir pronto su libertad. La noticia de la aprobación del
protocolo Billinghurst Latorre por la Cámara de Diputados, en Chile.
Desde ese momento, todo fue
alegría, se sucedían los vivas al Perú, en medio de un atronador ruido
producido por el sinnúmero de cohetes que se quemaban en toda la población, así
como las campanas echadas al vuelo.
En la noche se verificó una
hermosa procesión cívica con la banda del pueblo a la cabeza y llevando una
bandera peruana. Ésta terminó después de recorrer las principales calles de la
población en la plazuelita que existe en la calle del 28 de julio, donde se obsequió
al pueblo con vino y cerveza, hasta las doce de la noche que se disolvió.
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